Nos sentamos con Somya Kaushik, Consejera General Asociada de Mitratech, para conversar sobre la navegación de la innovación y las tecnologías emergentes en el Derecho.
Cuando se trata de adoptar la innovación en el sector jurídico, la resistencia a adoptar nuevas tecnologías no es nada nuevo. Y con más de 15 años de experiencia, Somya Kaushik lo ha visto todo: el escepticismo, el rechazo y, finalmente, la comprensión del inmenso potencial y valor añadido de la tecnología.
En 2012, Kaushik puso en marcha EsqMe, Inc, la primera comunidad jurídica y mercado de documentos del país diseñada para abogados, por abogados.
"La idea era sencilla", recuerda. "¿Y si los abogados pudieran compartir el producto de su trabajo, no para competir, sino para elevar la profesión en su conjunto y hacer sus prácticas más eficientes y eficaces?".
Esta audaz iniciativa desafió a un sector inmerso en la competencia y la exclusividad, demostrando que la tecnología puede servir de puente en lugar de barrera.
En la actualidad, Kaushik dirige la transformación digital y de IA de Mitratech y es una firme defensora de la adopción temprana y ética de la inteligencia artificial en la práctica jurídica. En nuestra conversación, comparte sus ideas sobre cómo superar el miedo a la IA, su papel como herramienta de colaboración y por qué cambiar la mentalidad en torno a la adopción de la tecnología es clave para desbloquear su verdadero valor.
Tecnología emergente: ¿Una cultura del miedo o un catalizador del crecimiento?
Uno de los mayores obstáculos para adoptar tecnologías emergentes como la IA, según Kaushik, es el miedo a la obsolescencia. "Muchos profesionales del Derecho ven la IA como una amenaza para sus conocimientos, pero en realidad es una herramienta de mejora", explica. La IA no sustituye a los abogados, sino que les permite trabajar de forma más eficiente, liberando tiempo para el pensamiento estratégico, las tareas de alto valor y la mejora de las relaciones con los clientes".
Los equipos jurídicos internos suelen centrarse en la eficiencia operativa. Los bufetes, sin embargo, se enfrentan a un reto diferente: cambiar la mentalidad de las horas facturables por la de aportar valor a través de la innovación. "No se trata tanto de sustituir funciones como de reimaginarlas", subraya Kaushik. "Se trata de colaborar con la tecnología para crear mejores resultados, no de temer lo que se pueda perder".
P: ¿Por qué cree que la abogacía tarda a veces en adoptar las nuevas tecnologías?
R: "El Derecho se basa en el precedente, y esa mentalidad no sólo se aplica a los casos, sino también a nuestra forma de trabajar. Muchos abogados dudan porque piensan que adoptar la tecnología significa perder el toque personal que define su experiencia y les da un sentido de identidad, orgullo y valor. Pero no tiene por qué ser así: el análisis jurídico y el pensamiento crítico siguen siendo un rasgo humano que no puede sustituirse por completo."
P: ¿Qué consejo daría a los equipos jurídicos que dudan sobre la adopción de tecnología?
R: "Empiecen poco a poco, cubran primero las lagunas operativas y hagan un seguimiento y una medición de los resultados clave. Elija un proceso para automatizar -como el montaje de documentos o las revisiones de los acuerdos de confidencialidad- y haga un seguimiento del tiempo o el dinero ahorrado, o de los errores reducidos. Esos éxitos crean impulso, generan confianza y, naturalmente, fomentan la aceptación de cambios mayores".
P: ¿Cuál es la ventaja de adoptar tecnología jurídica que se pasa por alto?
R: "La retención del talento. Los abogados jóvenes no quieren dedicar horas al trabajo pesado. La tecnología hace que su trabajo sea más atractivo, lo que ayuda a los despachos y a los equipos internos a retener a sus mejores profesionales".
Rompiendo barreras: Lecciones de la era EsqMe
Reflexionando sobre su trabajo con EsqMe, Kaushik señala que las reticencias que recibió reflejan las dudas actuales a la hora de adoptar y acoger plenamente la IA.
"Durante décadas, el sector legal ha sido visto como altamente competitivo, exclusivo y de naturaleza adversaria. Pero con EsqMe, rompimos ese supuesto al innovar un espacio de colaboración y comunidad utilizando la tecnología. Al principio, los abogados se oponían mucho a compartir su preciado producto de trabajo, pero luego, cuando se dieron cuenta de que podía ayudar a su práctica, sus márgenes, su marca profesional y personal y su red más amplia, se dieron cuenta del valor de formar parte de una comunidad legal más amplia que iba más allá de los estados, y la marea empezó a cambiar."
Afirma que la tecnología tiende puentes y fomenta la colaboración entre despachos, áreas de práctica e incluso estados. ¿Cuál es la lección? Los obstáculos a la adopción suelen deberse al miedo, no a la tecnología en sí.
"Acortamos distancias mostrando a los abogados el valor cuantitativo y cualitativo de la tecnología para su práctica, su vida diaria y el retorno de la inversión", añadió. "Siempre habrá riesgos con las nuevas tecnologías o métodos, pero los abogados que realmente comprendían la ventaja cuantitativa podían gestionar el riesgo para obtener un mayor valor añadido".
P: ¿Cuál es actualmente el mayor obstáculo para la adopción de nuevas tecnologías en el ámbito jurídico?
R: "La mentalidad. El sector jurídico está profundamente arraigado en la tradición y el cambio puede resultar amenazador. Pero una vez que la gente ve los beneficios tangibles, como el ahorro de tiempo o la mejora de la colaboración, las dudas empiezan a disiparse."
P: ¿Cómo pueden los equipos internos y los bufetes de abogados superar estas barreras a la hora de adoptar nuevas tecnologías?
R: "Se trata de demostrar lo que me conviene. En el caso de los equipos internos, podría tratarse de optimizar el gasto o las relaciones con los abogados externos. Para las empresas, probablemente sea mejorar el servicio al cliente y su retención. Cuando los beneficios sean reales y tangibles, cada vez más gente se sumará a tu visión".
"Y recuerda: para impulsar la adopción temprana, tienes que ser capaz de mostrar a los individuos que son innatamente reacios al riesgo o escépticos sobre la tecnología la ventaja objetiva y cuantitativa de inclinarse por ella."
El futuro de la revolución tecnológica jurídica: Un enfoque colaborativo
De cara a 2025, Kaushik es optimista sobre la capacidad del sector legal para adoptar herramientas que den prioridad a la colaboración, la eficiencia y la calidad.
"Avanzamos hacia una profesión que valora el éxito compartido por encima de la competencia individual", afirma. "El futuro no consiste en elegir entre la tecnología y la experiencia humana; se trata de aprovechar ambas para elevar toda la práctica de la abogacía."
P: ¿Hacia dónde cree que se dirigirá la tecnología jurídica en los próximos años?
R: "La atención se centrará en la integración y la inteligencia. Las herramientas serán más inteligentes, los flujos de trabajo estarán más conectados y los abogados dedicarán menos tiempo a gestionar procesos y más a iniciativas de mayor valor que ayuden a impulsar el negocio."
P: ¿Qué cambios de mentalidad son fundamentales para adoptar la próxima fase de innovación en el Derecho?
R: "Se trata de pasar de una mentalidad de escasez a una mentalidad de abundancia. No se trata de perder trabajo o valor: se trata de obtener las herramientas para hacer tu mejor trabajo, más rápido."
Como ha explicado Somya con tanto tino, la evolución del sector jurídico depende de la voluntad de adoptar la tecnología como una herramienta de colaboración y no como una nueva vía de competencia.
El futuro de la abogacía no consiste solo en mantenerse al día, sino en marcar el camino. La pregunta ahora es: ¿cómo va a reimaginar su práctica para prosperar en la era de la innovación? Si quieres continuar la conversación con Somya, ponte en contacto con nuestro equipo.
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