El fin formal del uso del Tipo de Oferta Interbancaria de Londres (LIBOR) como tipo de interés de referencia sin riesgo para bancos y otras instituciones financieras, al menos en el Reino Unido, estaba previsto para finales de 2021.

Sería razonable suponer que esto significa que pasa a formar parte de la historia de la banca. Sin embargo, en los servicios financieros el panorama es menos claro de lo que cabría imaginar. La verdad sobre el LIBOR es que no va a desaparecer, sino que, incluso después de esta fecha de jubilación, seguirá siendo una métrica clave para muchas instituciones durante bastante tiempo.

Parte de este complejo panorama se debe a la forma en que los reguladores de todo el mundo han abordado la cuestión. En el pasado podrían haber estado tentados de imponer una solución a sus bancos colegiados, pero reconocieron que el uso generalizado del LIBOR, en un mercado de 240 billones de dólares, en diversas aplicaciones empresariales -en contratos, fijación de precios de instrumentos y mucho más- significaba que la opción más práctica ayudaría al mercado a decidir qué alternativas iban a ser más eficaces.

Hasta la fecha se utilizan varias alternativas al LIBOR. En el Reino Unido, el Sterling Overnight Index Average (SONIA), que gestiona el Banco de Inglaterra, es la opción preferida. En Japón, el Tokyo Overnight Average Rate (TONA) es la alternativa al LIBOR en yenes. En Suiza, el SARON (Swiss Average Overnight Rate) se está convirtiendo en la norma.

Infografía: Directrices para la incorporación eficaz de proveedores

Mitigar los riesgos al tiempo que se establecen sólidas relaciones con los proveedores.

En Estados Unidos, la situación es diferente. El Secured Overnight Financing Rate (SOFR) se está aceptando como alternativa al LIBOR en dólares, pero la aceptación no ha sido universal. La "música ambiental" de los reguladores estadounidenses sigue centrándose en la transición hacia el abandono del LIBOR. La realidad es que durante los próximos 18 meses se mantendrán seis fijaciones sintéticas del LIBOR, administradas por el Banco de Inglaterra, para atender a quienes sigan utilizando el LIBOR.

La posición general en todo el mundo es que los reguladores esperan que sus bancos colegiados dejen de referenciar el LIBOR para nuevos préstamos en los próximos meses. En el Reino Unido, esa fecha es el 1 de enero de 2022. El uso del LIBOR se reducirá drásticamente en los próximos meses, pero no desaparecerá por completo. Esta situación plantea una serie de problemas a los bancos.

Valor añadido de la norma mundial

El valor añadido del LIBOR era que era LA norma mundial, universalmente aceptada por todos. Ahora la situación está más fracturada, y las entidades tendrán que asegurarse de que todos los implicados en una transacción concreta entienden qué tipo de referencia se está utilizando. Un tipo de referencia puede variar según el país, el cliente, el producto o el tipo de instrumento.

Además, los reguladores esperan ahora que los "nuevos préstamos" estén exentos del LIBOR. La cuestión aquí es, ¿qué constituye un "nuevo préstamo"? ¿Constituye un nuevo préstamo la renovación de un préstamo sin cambiar sus condiciones basadas en el LIBOR? ¿Qué ocurre con las transacciones que forman parte de un marco contractual más amplio basado en el LIBOR? Otra cuestión se plantea cuando las transacciones se inician fuera de los principales mercados (EE.UU., Reino Unido, Europa o Japón). ¿Se mantendrán en el LIBOR o utilizarán una referencia diferente, en cuyo caso, cuál?

En resumen, aunque el abandono del LIBOR elimina algunos problemas, también crea importantes problemas de riesgo operativo para muchas entidades. Muchas de ellas ya han invertido mucho en identificar y mitigar las operaciones, contratos y documentación que hacen referencia al LIBOR y en desarrollar nuevos sistemas y procesos que destaquen su alternativa preferida al LIBOR. Lamentablemente, el número de alternativas al LIBOR y la continua disponibilidad del propio LIBOR dan lugar a posibles problemas de riesgo operativo, especialmente riesgos de larga cola, en los que las excepciones permanecen después del corte formal, listas para atrapar a los incautos.

Utilización de hojas de cálculo para capturar y gestionar datos

Una respuesta habitual de los atareados equipos de operaciones a este tipo de complejidad es utilizar hojas de cálculo, para ayudar a capturar y gestionar los datos, sin esperar a que la función de TI ajuste sus aplicaciones corporativas para ayudar a resolver el problema. Aunque rápidas y cómodas, este tipo de hojas de cálculo pueden convertirse rápidamente en una misión crítica, ya se utilicen para la gestión de carteras, la modelización financiera, la fijación de precios de instrumentos o cualquier otra aplicación.

Estas hojas de cálculo carecen de controles de cambios y de la transparencia que se encuentra en otras aplicaciones informáticas corporativas, lo que significa que pueden surgir errores y omisiones sin que nadie se dé cuenta hasta que sea demasiado tarde. Hacer referencia a un tipo de interés sin riesgo incorrecto podría tener profundas implicaciones para una transacción o para la reputación de una institución. En muchos sentidos, las hojas de cálculo son la herramienta ideal para los problemas ad hoc, pero sólo si se controlan cuidadosamente.

¿Cómo controlar cuidadosamente las hojas de cálculo?

Crear un inventario en hoja de cálculo

Esto le proporciona una base para centralizar la forma en que gestiona y revisa su patrimonio de hojas de cálculo críticas. Un inventario también actúa como repositorio de la documentación esencial necesaria para definir y controlar sus hojas de cálculo principales.

Supervisar para minimizar los problemas

Supervise las hojas de cálculo críticas de forma proactiva para que cualquier cambio realizado sea transparente para todos. Así se minimizan los problemas relacionados con datos que faltan, cálculos y fórmulas erróneos o datos obsoletos.

La fase de descubrimiento

La fase de descubrimiento: es la forma en que las empresas localizan las hojas de cálculo fundamentales que necesitan para gestionar los datos. La clave aquí es encontrar las hojas de cálculo más significativas que se utilizan. Éstas pueden definirse mediante una serie de parámetros, como quién utiliza un archivo, con qué frecuencia se modifica, a qué otras aplicaciones y fuentes de datos está vinculado y otros criterios relevantes. Evidentemente, se puede incluir aquí la aportación del usuario para afinar los criterios de búsqueda

Mitratech ofrece una potente y probada solución de gestión del riesgo de las hojas de cálculo que ayuda a mitigarlo. Nuestra solución es utilizada por muchas de las instituciones más exigentes del mundo. Obtenga más información aquí.