A toda máquina: Formación en gestión ágil del rendimiento para el lugar de trabajo moderno
¿Está listo para renovar sus estrategias de gestión del rendimiento y acelerar?
La gestión ágil del rendimiento es la clave para liberar el potencial, la productividad y la cultura de los empleados. En este post, explicaremos la gestión ágil del rendimiento, la formación y mucho más.
Siga leyendo para saber más.
Entender la gestión ágil del rendimiento
La gestión ágil del rendimiento es un enfoque dinámico de la gestión del rendimiento de los empleados.
A diferencia de las revisiones tradicionales, las revisiones ágiles se centran en el feedback continuo, el establecimiento de objetivos y el desarrollo. Hacen hincapié en las comprobaciones frecuentes entre directivos y empleados para proporcionar orientación en tiempo real. Al adoptar el Desempeño Ágil
Management, las organizaciones pueden adaptarse a las tendencias, necesidades y retos.
Esto permite ajustar los objetivos y las estrategias a medida que evolucionan las prioridades. En última instancia, esto fomentará la agilidad y la resistencia de su plantilla. Los empleados pueden responsabilizarse de su rendimiento como nunca antes lo habían hecho.
El concepto de transparencia y colaboración es fundamental en la gestión ágil del rendimiento. La comunicación abierta fomenta el diálogo constructivo, lo que aumenta la confianza, el compromiso y la responsabilidad. Al dar prioridad a las expectativas y a los circuitos de retroalimentación, las organizaciones crean una cultura de excelencia. Se convierten en un lugar de trabajo en el que las personas prosperan.
En esencia, entender la gestión ágil del rendimiento significa reconocer la importancia de la flexibilidad, la comunicación y la mejora continua como motores del éxito organizativo.
Elementos clave de la gestión ágil del rendimiento
Puede que algunos responsables de RRHH vean la gestión ágil del rendimiento y piensen que es posible. Lo es. Requiere un cambio completo en la forma de ver a los directivos y a los empleados.
El primer elemento clave de la gestión ágil del rendimiento son las revisiones periódicas por parte de los directivos. Permiten obtener información en tiempo real sobre los objetivos, los progresos y los ajustes necesarios. Sin embargo, es necesario formar a los directivos en la gestión ágil del rendimiento. No pueden cambiar de rumbo así como así. La formación en gestión ágil del rendimiento lleva tiempo. Los directivos pueden seguir esta pauta y realizar comprobaciones periódicas con RR.HH. y sus propios jefes cuando tengan preguntas.
Otro aspecto esencial es la fijación de objetivos. Aunque los objetivos anuales siguen siendo importantes, es importante ser un poco más flexible. En lugar de revisiones anuales, las organizaciones ágiles establecen objetivos a corto plazo. Durante esas reuniones 1:1, pueden revisarse y ajustarse. ¿Por qué hacer esto? Este proceso flexible de fijación de objetivos permite a los empleados centrarse en lo que importa.
Los circuitos de retroalimentación también desempeñan un papel crucial. Al proporcionar retroalimentación continua, tanto el refuerzo positivo como la crítica constructiva conducen al crecimiento. A menudo, los directivos se sienten incómodos a la hora de dar su opinión, pero es más fácil hacerlo en pequeñas dosis. Cuando son capaces de extraer información de la semana o el mes anterior, pueden ser más inteligentes a la hora de dar su opinión.
La colaboración también es fundamental. Fomentar el trabajo en equipo ayuda a crear una cultura de transparencia, confianza y apoyo entre compañeros. La mayoría de los lugares de trabajo carecen de esto, según Gallup. Si dedica tiempo a fomentar la colaboración, aumentará la productividad y el éxito. También es posible que mejores las cifras de retención.
Implantación de estrategias ágiles de gestión del rendimiento
La aplicación de estrategias ágiles de gestión del rendimiento puede revolucionar el funcionamiento de su equipo. Al descomponer las revisiones anuales tradicionales en bucles de retroalimentación continua, creas el lugar ideal para el desarrollo.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Establecer objetivos y expectativas claros
El primer paso consiste en establecer metas y expectativas claras que se ajusten tanto a los objetivos individuales como a los de la organización. Esta claridad no sólo impulsa el rendimiento, sino que también fomenta la responsabilidad entre los miembros del equipo. Puedes hacerlo fijando objetivos en cascada, objetivos SMART u objetivos WHOOP.
Practicar la retroalimentación continua
Lo siguiente es programar controles periódicos. Esto permite corregir el rumbo en tiempo real, garantizando que todo el mundo sigue por el buen camino. A veces, las reuniones de control no tienen por qué ser con los directivos. Pueden ser con equipos pequeños o 1:1 con otras personas.
Comunicar
Probablemente la pieza más importante sea diseñar alguna forma de obtener feedback. Fomentar canales de comunicación abiertos es otra pieza crucial para una gestión ágil del rendimiento. En esta cultura, los empleados expresan sus opiniones sin temor a represalias. Esta transparencia genera confianza y fortalece las relaciones dentro del equipo. Puede ser necesario formar a las personas para que den su opinión, ya que a veces pueden ser demasiado expresivas. Es una línea muy fina por la que hay que caminar.
Recuerde que la flexibilidad es la clave. Acepte los cambios como oportunidades de crecimiento y no como obstáculos que hay que superar. Con las estrategias adecuadas, su equipo prosperará en esta nueva era de excelencia en la gestión del rendimiento.
Adoptar una gestión ágil del rendimiento para RRHH
Al adoptar la Gestión Ágil del Rendimiento, los departamentos de RRHH crean un enfoque más flexible y receptivo para evaluar a los empleados. Las metodologías ágiles hacen hincapié en la colaboración, la adaptabilidad y la transparencia. Estos son valores esenciales para nutrir equipos de alto rendimiento.
Pero, ¿cómo pueden aprender esto los equipos, especialmente los equipos con directivos titulares?
Incorpore estos principios a la formación en materia de rendimiento para profesionales de RR.HH. y directivos.
Invertir en Agile Performance Training es una señal de compromiso para seguir adelante. Muchos empleados y directivos están acostumbrados a movimientos que no van a ninguna parte. Adoptar este enfoque progresivo no solo mejora el rendimiento individual, sino que también contribuye a cambiar la dinámica de una organización.
Ventajas específicas de la gestión ágil del rendimiento
A muchos les parece mucho trabajo. Entonces, ¿cuáles son los beneficios que se pueden esperar?
Para empleados:
- Mayor compromiso y motivación Los comentarios y las comprobaciones periódicas ayudan a los empleados a sentirse valorados e implicados en su trabajo. Esto conduce a un mayor compromiso y motivación, lo que se traduce en un mejor rendimiento. Según un estudio de Gallup, los empleados muy comprometidos son un 21% más productivos que los que no lo están.
- Mayor desarrollo de habilidades. La gestión ágil del rendimiento permite el aprendizaje y el desarrollo continuos. Mediante conversaciones periódicas, directivos y empleados identifican las carencias de competencias y las oportunidades de crecimiento. De este modo, los empleados se hacen cargo de sus carreras y desarrollan sus habilidades.
- Mejora del equilibrio entre trabajo y vida privada: La gestión ágil del rendimiento se centra en objetivos a más corto plazo y en la retroalimentación periódica. Esto permite a los empleados ajustar su enfoque de trabajo, lo que mejora la conciliación.
Para empresas:
- Mayor productividad y eficiencia. Los empleados comprometidos y motivados son más productivos. Una gestión ágil del rendimiento ayuda a fomentar este compromiso, mejorando la productividad y la eficiencia.
- Reducción de la rotación. Sentirse valorado y tener oportunidades de crecimiento puede tener un impacto significativo en la retención de los empleados. Las empresas con prácticas ágiles de gestión del rendimiento registran tasas de rotación más bajas, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero asociado a la contratación y la incorporación.
- Mejor alineación con los objetivos estratégicos La gestión ágil del rendimiento permite realizar ajustes continuos en los objetivos individuales y de equipo. Esto garantiza que todos estén alineados con los objetivos estratégicos de la empresa, lo que conduce a una ejecución más eficaz.
¿Está preparado para adoptar una gestión ágil del rendimiento?
En conclusión, la gestión ágil del rendimiento ofrece una solución dinámica para liberar el potencial de los empleados, impulsar la productividad y cultivar una cultura de excelencia en su organización. Mediante la implementación de ciclos continuos de retroalimentación, el establecimiento de expectativas claras y el fomento de un entorno de colaboración, puede capacitar a su equipo para alcanzar nuevas cotas.
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