No es ningún secreto que la tecnología jurídica está cambiando rápidamente.

Según un reciente artículo de Law360, en 2017 la tecnología jurídica registró 233 millones de dólares en inversiones en empresas a través de 61 acuerdos, superando el gasto en tecnología jurídica de los años anteriores.

"Las empresas están más dispuestas a invertir en tecnología porque los profesionales jurídicos se están adaptando a los cambios y muchos de los abogados más jóvenes que se incorporan al mercado laboral incluso esperan que les ayude en sus responsabilidades", declaró Steven O'Donnell, Director de Marketing de Producto y Habilitación de Ventas de Mitratech.

La tecnología jurídica ha sido testigo recientemente de una oleada de fusiones y adquisiciones, así como de un aumento récord de la financiación, prosigue el artículo.

¿La causa de esta prisa? Las crecientes presiones para:

  • Mejorar la eficacia
  • Desarrollar una abogacía más estratégica
  • Reducir los costes de los bufetes de abogados
  • Mejorar la calidad de los servicios
  • Y ampliar las operaciones jurídicas

¿Cuáles son algunas de las formas concretas en que los departamentos jurídicos aprovechan la tecnología para hacer frente a estas presiones crecientes? He aquí algunas de ellas:

"Ofrecer servicios jurídicos y mejores prácticas jurídicas ya no consiste tanto en dirigir un departamento jurídico", afirma O'Donnell. "Se trata de ser un asesor estratégico y un gestor de operaciones con el resto de la empresa".

Al fin y al cabo, el verdadero objetivo de la tecnología jurídica es aportar valor a toda la empresa, empezando por el departamento jurídico.

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